La sociología es una ciencia social que se ocupa del estudio del comportamiento de los individuos en sociedad, analizando sus acciones, relaciones e intercambios, tanto dentro de su propio grupo como con otras estructuras sociales (Giddens et al., 2021). Esta disciplina se centra en comprender cómo los sujetos construyen significados, cómo se organizan colectivamente y cómo las instituciones moldean su vida cotidiana.
Dado que el ser humano es un ser racional, social e histórico, tiene la capacidad de apropiarse del entorno que lo rodea y de reflexionar críticamente sobre su experiencia social. Esta búsqueda por entender los comportamientos sociales constituye una forma particular de conocimiento.
Formas de conocimiento: vulgar y científico
Conocimiento vulgar
El conocimiento vulgar o pre-científico es aquel que surge de la experiencia cotidiana, sin una elaboración teórica ni una validación sistemática.
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Se transmite culturalmente.
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Es espontáneo, subjetivo y general.
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Se basa en creencias, costumbres, intuiciones o saberes populares.
Si bien cumple una función adaptativa en la vida diaria, no permite una comprensión profunda ni verificable de los fenómenos sociales (Bunge, 2000).
Conocimiento científico
El conocimiento científico es una forma de saber que busca comprender, explicar y predecir fenómenos de manera rigurosa, objetiva y metódica. En el campo de la sociología, esto implica el uso de marcos teóricos, métodos de investigación y evidencia empírica.
Este tipo de conocimiento presenta las siguientes características:
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Claro y preciso: Define con exactitud qué fenómeno se desea estudiar y desde qué perspectiva.
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Analítico: Descompone la realidad en elementos clave para comprenderla en su conjunto.
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Metódico: Utiliza procedimientos sistemáticos, como el método científico, basado en hipótesis, observación, medición y análisis.
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Sistemático: Tiene un orden lógico y coherente en sus pasos y resultados.
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Explicativo: Busca comprender causas y consecuencias de los fenómenos, incluyendo su evolución en el tiempo.
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Predictivo: Permite anticipar posibles tendencias o resultados futuros.
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Verificable: Sus afirmaciones pueden ser contrastadas con la realidad empírica.
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Crítico: Se somete constantemente a revisión, y busca superar prejuicios, errores o explicaciones incompletas.
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Abierto: Está en constante construcción; sus resultados son siempre provisionales y sujetos a modificación.
En palabras de Mario Bunge (2000), “hacer ciencia no es acumular datos, sino construir conocimiento racional, sistemático y contrastable con la realidad”.
Conclusión
La sociología, como ciencia social, parte de la capacidad del ser humano para observar y problematizar su entorno. Esta capacidad no se limita a la vida cotidiana, sino que requiere de un enfoque metodológico, crítico y teóricamente informado para transformarse en conocimiento científico.
Referencias
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Bunge, M. (2000). La ciencia: su método y su filosofía (14.ª ed.). Siglo XXI Editores.
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Giddens, A., Duneier, M., Appelbaum, R. P., & Carr, D. (2021). Introducción a la sociología (10.ª ed.). Alianza Editorial.
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